En la mayoría de los estados
democráticos de todo el mundo se opta por un sistema de división de poderes que
permite el debido equilibrio de las autoridades de gobierno. En nuestro país,
la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos establece que el poder
de la Federación se divide para su ejercicio en legislativo, el que hace las
leyes; ejecutivo, el que las ejecuta y/o hace cumplir, y el judicial, encargado
de resolver los conflictos por la interpretación y aplicación de la ley.
En
este sistema tripartito de poderes, el poder legislativo reside en la Cámara de
Diputados, integrada por 500 legisladores y en la Cámara de Senadores, conformada
con 128 representantes; juntas las Cámaras constituyen el Congreso de la Unión.
La
teoría señala que los diputados son los representantes del pueblo; en México,
se eligen bajo dos principios: el principio de Mayoría Relativa, que consiste
en elegir a aquel o aquella que obtenga más votos en las elecciones de cada uno
de los 300 distritos electorales federales en los que se divide el país y;el de
Representación Proporcional, que permite que otros 200 más sean asignadoscon
relación al número de votos que cada partido obtenga en todo el país. Sobre
este principio es necesario comentar que debido a que México es un país plural
en el que existen diferentes partidos que aun cuando sus candidatos no ganan
por mayoría, éstos obtienen altas votaciones por partido y se permite con ello
la representatividad de todas las fuerzas políticas del país..
La
idea de los representantes populares es muy vieja y está asociada a la
democracia en nuestra cultura occidental, arranca prácticamente desde Atenas,
hace más de 2500 años con sus asambleas de representación popular, pasa por
Roma cuando fue república, hace más de 2300 años, después por España,
principalmente desde 1812 por la constitución de Cádiz, antes por las cámaras
de los Ingleses, las de los norteamericanos en 1774 y, en forma muy importante
por las asambleas de la Revolución Francesa de 1789, en todos esos casos,
conforme a la ley, el pueblo tuvo voz para gobernar a través de sus
representantes populares.
En
la práctica, en nuestro país los diputados deben proponer, hacer las leyes; sin
embargo, durante muchos años por una perversión del sistema democrático, los
diputados sólo aprobaban las leyes que mandaba el Presidente de la República, situación
que en la actualidad ya no ocurre.
Otra
de las actividades que realiza un diputado, por costumbre aceptada, es la de gestores
de demandas de los habitantes de los distritos que representan ante diversas
instituciones de los diferentes niveles de gobierno.
Dado
que la Ley contempla un sistema que permite el multipartidismo, en nuestro país
hay tres grandes partidos nacionales y otros cuatro más chicos, todos,con Diputados
en el Congreso.
Para sacar leyes de
beneficio común es necesario que los diputados se pongan de acuerdo, lamentablemente
esto, en la práctica ha sido muy difícil porque el interés de los partidos y de
sus dirigentes se antepone a veces sobre el interés de la sociedad en general,
sobre el bien de la República.
De entre
sus atribuciones, una de las más importantes es aprobar el presupuesto anual de
la República (¿Cuánto dinero va a recaudar? ¿De dónde lo sacará? ¿Para qué se
va a usar?).
Uno de los aspectos negativos que
enfrenta la realidad actual del país es que a pesar de que la Ley obliga a los
Partidos Políticos a tener y proponer de manera equitativa hombres y mujeres
para cargos de representación popular, en los hechos es que todavía no hay
equidad de géneros en la Cámara de Diputados; es un ideal, una meta por lograr
que haya más mujeres participando y representándonos, no solo porque son más en
número que los hombres; sino porque son igualmente inteligentes, capaces y
preparadas que los éstos y muchas veces, por no decir que en la mayoría de los
casos, resultan ser más responsables y honradas.
Hay quienes opinan que la edad para
ser diputado debiera ser a partir de los 18 años, empero, esto probablemente no
convenga porque en esta etapa de comprensible inmadurez de los seres humanos,
asignar tareas trascendentales en virtud de su eventual manipulación pudiera
pervertir el sentido de la representación nacional.
En México todavía no hay reelección
inmediata de diputados, que muchos consideran necesaria para premiar
electoralmente a los buenos representantes y atajar a los malos.
Entre algunos de los argumentos a favor de la reelección
está el de que permite a los representantes hacer carrera, profesionalizarse en
materia legislativa y volver expertos a los mejores diputados; en contra, el de
que con ello se impide el relevo de personas, la movilidad política que es
dinámica en las sociedades actuales.
Los requisitos para ser
diputado están establecidos en el artículo 55 de la Constitución Federal y son:
· Ser
ciudadano mexicano por nacimiento
· Tener
veintiún años cumplidos el día de la elección
· Ser
originario del estado en el que se haga la elección o vecino de él con
residencia efectiva de más de seis meses previos a la elección
· No
estar en servicio activo en el Ejército Federal, no mandato en la policía o
gendarmería rural en el distrito dónde se haga la elección, cuando menos por
noventa días antes de la elección.
· No
ser Secretario o Subsecretario de Estado, ni Ministro de la Suprema Corte de
Justicia, a menos que se separe definitivamente de su cargo por lo menos 90
días antes de la elección.
· No
ser ministro de algún culto religioso.
· No
estar comprendido en alguna de las incapacidades que señala el artículo 59 [1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario